domingo, 13 de enero de 2013

LA IDEOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA por William Palomino


1:10       EL CONTEXTO GLOBAL
WILLIAM ALEXANDER PALOMINO BELLIDO

 1:11       EL SIGLO XIX: LOS ANTECEDENTES DE LA ARQUITECTURA CLERICAL A LA LAICAL
El pensamiento doctrinal de la sociedad mundial hasta la Enciclopedia (1765) marcaría el fin y el inicio a una nueva visión de la humanidad, considerada como una magnifica arma de lucha en “contra de las creencias religiosas y las instituciones del antiguo régimen[1], estableció la seña del cambio del poder de la arquitectura clerical a la laical,  de esta manera se abrirá el siglo XIX bajo la visión ya no de Dios sino del Hombre como el centro de la actividad cultural y artística.
El espacio antropomorfo cobrara una primacía especial sobre el de la deidad, esta ruptura cada vez más dejará de lado como patrón a seguir los edificios religiosos para sustituirlos en un primer momento por las construcciones públicas vinculadas a las viejas monarquías en el gran proceso de transición del s. XIX y más tarde en el s. XX posaría sus valores en el equipamiento publico y en el poder económico mundial.
Étienne Bonnot  de Condillac[2] en su “Tratado de las Sensaciones”, propone que nuestras ideas son emociones primitivas trasformadas es decir que los aspectos naturales que nos rodean son evidencias de la sensualidad que el espacio puede desatar en los individuos, de esta forma esta muy claro que es la decoración, este arte primitivo de la alteración voluntaria de las cosas para sensibilizar el espíritu el que mueve el deseo del espacio humanizado, este es el inicio del nuevo ser basado ya no más en la fe y las creencias sino en la razón y las libertades del pensamiento crítico propugnadas por Immanuel Kant[3] su influencia en la sociedad europea será decisiva sobre todo en la filosofía moderna, “el problema critico” se convierte en el centro de la reflexión, la humanidad es sintetizada de forma magna en la razón, la cual se sirve de las sensaciones, excitadas por nosotros y que solo las podemos conocer por sus apariencias externas, el descubrirlas implica la practica del razonamiento y de la crítica metodológica, es deducible que la intuición y la tradición solo son vagas expresiones del hombre, en su libro sobre la “Critica de la Razón Pura” hace un esbozo de la estética al considerarla como la relación del espacio y el tiempo, donde el espacio debe ser parte de la experiencia es decir es una condición anterior para comprender los objetos y sus fenómenos, Kant afirma que la capacidad de recibir representaciones se conoce como sensibilidad y la capacidad de poder pensar los objetos es el entendimiento. Como es de juzgar para poder concebir los objetos es necesario tener antes la representación del espacio y el tiempo como dos elementos ya dados que servirá de base a las intuiciones donde se produce el conocimiento sensible. El pensamiento kantiano es revelador desde esos aspectos fundamentales del arte y sobre todo de la arquitectura, el espacio se da por entendido es una condición sine qua non así como el tiempo no debe de construirse, sino seguir las pautas ya establecidas y sobre ese espacio se debe volcar toda la fenomenología aprendida desde el clasicismo griego y romano. Si analizamos el modelo kantiano es interesante destacar el Beux Art[4] de la École des Beux Art de parís constituye bajo el precepto del espacio como un continuismo histórico solo alterado por los elementos decorativos.
Johann Gottlieb Fichte es el primero en cuestionarse sobre el mundo como una relación  de los fenómenos sino que el “yo” es solo real todo lo externo carece de verdad si y solo sí es validado por el “yo”, la individualización de los valores como la belleza y el arte no pueden ser vistos por todos por igual sin que antes sean validados por los mismo individuos, esta postura resulta interesante sobre todo porque luego será la base de la comprensión del pensamiento de Georg Wilhem Friedich Hegel[5] cuando propone que todo cuanto existe no es más que el desarrollo del pensamiento puro, todo lo racional es verdad y viceversa, aunque para algunos como Karl Popper cree intuir que este pensamiento encubierto de la filosofía es parte de una tendencia política donde la historia tiene como objetivo ulterior el estado, Hegel será el primero en encarar el arte como digno de tratamiento científico, estableciendo que existe la belleza natural y la belleza artística, este último es una impresión del espíritu una ilusión que nace de la reflexión y por lo tanto verdadero, en esa comprensión establece la diferencia del arte libre y del arte servil, el primero es libre y en cuanto más lo sea se aproxima a la naturaleza y por ende es serie y sigue leyes. De esta manera establecerá tres formas artísticas: Simbólica, Clásica y Romántica: la primera forma solo busca expresar un contenido adjudicándose un significado donde la forma es mayor que el contenido como la arquitectura del culto, en tanto que la forma artística  Clásica logra un equilibrio entre el contenido y la forma como el arte griego donde la escultura no representan a sus dioses sino son en si mismo dioses logrando el arte su fin último, la representación de la idea; pero, la forma artística Romántica es la representación del espíritu rebasando el contenido a la forma tal cual lo hace la pintura, la música y en extremo la poesía. Este exaltación del arte será más tarde retomada por Hans-Georg Gadamer a finales del s. XX. Otro aspecto particular de la visión de Hegel es el aspecto de la decoración[6] como un menoscabo del arte quizá adelantándose al pensamiento de Adolf Loos, parte de esta tradición  Arthur Schopenhauer  finalmente pondrá las bases del arte en el plano más humano y antropomorfo, “el deseo de vivir” como la acción que mueve a todos los seres vivir y luchar, es quien representa mejor el pensamiento de mediados del s. XIX en su libro “El Mundo como Voluntad y Represión” propone que existen dos formas de librarse del yugo de la voluntad[7] el arte y la santidad, ambos pueden crear una pausa en la vida de los seres humanos mediante la contemplación estética que nos puede desprender de las necesidades y deseos. La libertad en el arte “libre” no maquinizado ni industrializado sino artesanal casi medievalizado expresado de manera temprana en el Art and Crafts, estilo craftsman, el estilo misión, del bungalow y más tarde del chalet californiano, todas expresiones de la voluntad relajada de la arquitectura sin patrones.
1:12       EL SIGLO XX: EL MATERIALISMO, ARTE Y PODER
Karl Marx[8] destruye toda noción del estado clerical en la sociedad y el pensamiento del s. XX la sociedad es el centro y no es el hombre el componente principal de este pensamiento, recoge la dialéctica de Hegel, a un mundo que no es la traducción de una idea, en su obra se ve influenciado por la primera crisis del capitalismo de 1830 se da cuenta que el comunismo puro es la mejor forma de convivencia de una sociedad sin estado capaz de sobrellevar las crisis. El postulado de Marx es simple la dialéctica como principio y motor de la sociedad la eterna lucha de clases en su obra “El Materialismo Histórico” donde la permanente pugna entre el devenir de la oposición y el enfrentamiento dio como resultado las diversas manifestaciones artísticas por ejemplo[9]. El advenimiento del s. XX vino acompañado del Art Nouveau, ese arte libre opositor al formalismo del diecinueve que bien puede semejarse al pensamiento evolucionista de Herbert Spencer y al “Pragmatismo” de William James fundamentando que la verdad no es absoluta siendo por lo tanto las ideas provisionales están sujetas a la investigación futura  y verificable, la ciencia y el método científico va desplazar al conocimiento empírico revolucionando la ingeniería y la mecánica las cuales van a alcanzar un nivel excepcional.
Pero esta situación social va devenir en crisis como la primera guerra mundial, crack de 1929 casi 100 años más tarde el capitalismo vuelve a quebrantarse poniéndose en tela de juicio el liberalismo económico, el nacionalismo extremo y el nacismo,   son divergencias  que Friedrich Nietzsche las ve avizorar pues considera que los progresos de la civilización son consecuencia de la aristocracia la cual es la que posee la moral y los derechos superiores que al trastocárselos devendrían en crisis, las cuales las sintetizó en  su pensamiento “el deseo de poder” “más allá del bien y del mal”. Si bien es cierto Nietzsche se adelanto en su visión de un mundo superado por el poder la sociedad tuvo que reestructurase bajo modelos pretéritos y avanzados  en este desarrollo del arte debemos mencionar la actuación de Sigmund Freud quien influyo decisivamente en la preguerra con su teoría  “de la contención de las tendencias” y de los que cabe mencionar a Salvador Dalí. Henry Bergson establece las bases de la intuición, sus postulados parten del trabajo desarrollado por Spencer, en ellos establece algo novedoso para la filosofía el conocimiento intuitivo opuesto al conocimiento racional que al desarrollarse puede este colocarse en el verdadero curso de la corriente de la vida, se aleja de la concepción dual de lo exterior e interior por otra convención: “la percepción dispone del espacio en la exacta proporción que la acción dispone del tiempo”[10], el clasicismo moderno cedió su lugar a los ismos de la arquitectura vanguardista hasta sobrevenir la segunda guerra mundial. Pero no debemos olvidar el papel de la Bauhaus, el CIAM y la Carta de Atenas como parte ineludible del resultado del pensamiento de la preguerra  basada en la línea de  la renovación, la modernidad y la individualización.
1:13       EL SIGLO XX: LA POST GUERRA, EL CAOS Y EL ORDEN:
El mundo nunca se detuvo, pero si se regenero totalmente, la guerra fría, el muro de Berlín y la Perestroika son algunos ejemplos del pensamiento global de un lenguaje distante en sus versiones pero únicas el mundo, cada día más globalizado se sobrevendrá el estilo internacional con sus variantes indiscutibles hasta converger en la arquitectura contemporánea. ¿Pero qué particulariza este estadio de la historia?, ¿Qué nos mueve?; John Searle nos propone evocativamente el lenguaje la filosofía de la mente y de la conciencia, el conocimiento y la universalidad un mismo idioma  por la globalización con una arquitectura que también debe acuñar este sello indisoluble en cuanto el lenguaje al ser parte de la cultura la refleja a si misma y contribuye a crearla y que además nos humaniza y distingue de los demás seres; entonces un mismo lenguaje implica un mismo significado una misma expresión global de arquitectura. Que diferencia entonces la universalidad del antes de la post guerra de este periodo, en realidad el signo y la cultura Gilles Deleuze es quien mejor esquematizo la sociedad y por ende sus expresiones artísticas, decía que las viejas soberanías manejaban máquinas simples; pero estas fueron superadas por las sociedades disciplinadas que  se equipan de máquinas energéticas las están siendo sustituidas por las sociedades de control que operan sobre un tercer tipo de maquinas “informáticas” con una mutación del capitalismo que quiere vender servicios y comprara acciones, evidencia de este proceso inmenso del desarrollo de la sociedad son las mega construcciones como Dubái.
Que nos depara el s. XXI en ese frenesí de crecimiento cognoscitivo que es caos y a la vez orden Edgar Morín en su libro “el pensamiento complejo” deja entrever que el sujeto y el objeto son partes inseparables de la relación “autorganizador-ecosistema”[11], será entonces posible que estemos adentrándonos en el primer cambio consustancial de la forma de habitar, “el espacio virtual” la verdad que no será más del “yo” exclusivo para poseerla el “no yo”.
Lo cierto de este viaje es que la arquitectura es una disciplina social y como tal se basa en el ejemplo que es el resultado de pensamiento de la misma sociedad que lo genera y que demanda un consenso y unos postulados que deben ser validados por ella y no por los individuos, cuando ello se sucede aparece la tendencia, la corriente, el estilo y el tipo, necesarios para que las sociedades con sus individuos se vean vinculados en un todo perfecto el sujeto -  objeto.
[1] Varios. “Enciclopedia Autodidactica Quillet”. Editorial Cumbre, S.A. México. 1981. TOMO I, pág. 491.
[6]  HEGEL, Georg Wilhem F. “Lecciones de Estética”, Nova Grafik., Puigcerda. Barcelona – España. 1989. Página 4.
[7]  SCHOPENHAUER  Arthur.  “El Mundo como Voluntad y Represión”. Libro tercero: “El Mundo Como Representación”. Pág. 104.
[9]  Academia de Ciencias de la URSS, “El materialismo Histórico”. Grijalbo. México. 1960.

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